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Allí donde se esconde la paz que buscamos

Una antigua leyenda cuenta que hubo un tiempo en que los dioses deliberaban sobre dónde esconder el secreto de la paz y la alegría.

Ellos no querían que los hombres la encontraran hasta el momento en el que supieran valorarlas.

Uno de ellos dijo: "Escondámoslo en la montaña más alta". Uno de los dioses replicó: "No, allí la encontrarían demasiado pronto y fácilmente". Otro de los dioses sugirió entonces, esconderlo en el más espeso de los bosques; sin embargo, la propuesta fue rechazada por la misma razón.

Tras muchas propuestas y rechazos de las mismas, el más sabio de ellos dijo: "Escondámoslo en el corazón de los hombres, ese será el último lugar en el que busquen".

Todos los dioses estuvieron de acuerdo de modo que allí lo guardaron.

Los dioses habían sido muy sabios. El último lugar donde buscaríamos la paz y la felicidad sería dentro de nosotros mismos.

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Buscaríamos antes en cualquier otra parte: en las relaciones íntimas, en nuestras profesiones, las compras, los viajes, en gurús, en grupos de auto-ayuda y el "la gracia de Dios en los cielos".

Y, sin embargo, a lo largo de los siglos y en muchos lugares del mundo, son muchos los pequeños grupos de personas que han mirado dentro de sí mismos y han descubierto lo que los dioses habían ocultado.

A ellos se les conoce como las ramas esotéricas o místicas de las distintas religiones mundiales. (El término esotérico al que aludimos aquí no se refiere a algo exótico o exagerado. El término procede del griego esotero, que significa "más adentro. Las tradiciones esotéricas son las que ha mirado más adentro". en las personas en contraposición con las religiones exotéricas , convencionales).

Todos estos grupos, aun cuando emplean palabras diferentes, vienen a expresar lo mismo: que somos chispas de la llama eterna, gotas del océano divino, manifestaciones del motivo absoluto del ser.

Pero como no miramos dentro de nosotros mismos, tenemos escasa conciencia de quienes realmente somos.

Una vez hayamos aprendido a tener conciencia de quienes somos realmente, habremos encontrado la paz y la felicidad.

Introducción al modelo de los sistemas de la familia interna. Richard C. Schwartz, Ph. D.